En México se tienen registradas unas cuatro mil especies de plantas
medicinales, de las cuales solo 250 están validas farmacológica y
clínicamente, señaló Andrés Fierro Álvarez, investigador del Departamento de
Producción Agrícola y Animal de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM)
Xochimilco. 

En un comunicado, indicó que el número de plantas
medicinales que ha sido estudiado fitoquímicamente no rebasa 10 por
ciento y las evaluadas farmacológicamente no son más de cinco
por ciento. 

Prácticamente las únicas que se cultivan en huertos familiares o cultivos
comerciales son las traídas por los españoles desde el siglo XVI como
manzanilla, romero, albahaca, tomillo, mejorana, ajenjo, mercadela, hinojo,
cedrón, menta y hierbabuena, entre otras.  

Destacó que las plantas medicinales y aromáticas
religiosas se han usado de manera tradicional desde hace cientos de
años y muchas de ellas son plantas silvestres; sin embargo, poco se sabe de esas
especies, particularmente respecto de su siembra y cultivo, independientemente
de su actividad terapéutica y uso curativo. 

Tras señalar que de manera cotidiana se comercializan casi 250 especies
provenientes de las zonas centro y sur del país, advirtió que es necesario
profundizar en su estudio, así como socializar el conocimiento sobre las mismas,
ya que no son inocuas y su utilización frecuente o en altas dosis puede resultar
perjudicial para la salud. 

Por otro lado, detalló que más de 85 por ciento de las especies que se
comercializa en México, proviene de recolecciones silvestres que no cuentan con
programas de manejo ni mantienen ningún control y seguimiento por parte de las
autoridades responsables. 

Por otra parte, advirtió que el incremento en la demanda de plantas
medicinales ha provocado, entre otros efectos, la pérdida del manejo
sustentable tradicional que en el pasado hacían los médicos tradicionales y los
recolectores.