La familia de las gramíneas es uno de los grupos vegetales más importantes desde el punto de vista económico. Entre sus usos está la alimentación humana y son fuente de forraje para los animales debido a la capacidad que estas plantas tienen para adaptarse y reproducirse, además de su alto valor nutritivo.

El doctor Jesús Valdés Reyna, del Departamento de Botánica de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, tiene entre sus líneas de investigación la agrostología, una rama de la botánica sistemática que se encarga de la nomenclatura, clasificación e identificación de las especies de la familia de las gramíneas o poáceas, conocidas como zacates.

Esta familia de plantas tiene distribución mundial e incluye más de 12 mil especies, habita la tundra ártica y áreas similares de alta montaña, los climas templados y cálido-húmedos, las zonas áridas y semiáridas, además de los ambientes acuáticos.

“Son plantas dominantes en pastizales, praderas, zacatonales y sabanas”, explicó Valdés Reyna. “Para México se reconocen unas  mil 127 especies, de las cuales 564 tienen registrado algún uso”,Entre las gramíneas que son utilizadas como cereales y ampliamente cultivadas están el maíz, trigo, arroz, cebada, centeno, avena, sorgo y mijo.

Las plantas de esta familia también son utilizadas como forraje para el ganado, materia prima para la obtención de carbohidratos endulzantes (caña de azúcar y maíz), como plantas formadoras del césped y de ornato, en la fabricación de artesanías y en actividades relacionadas con la construcción e industrias diversas.

Para el noreste de México, región que incluye los estados de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, se han registrado 474 especies de gramíneas, reveló Valdés, también integrante de la Academia Mexicana de Ciencias.

Y para conocer la riqueza de las gramíneas en Coahuila, estado que tiene una de las floras de gramíneas más rica de México, el investigador realizó un estudio en el que se evaluaron datos de los ejemplares de herbario recolectados, identificados y georreferenciados.

Además, se dividió la región con el objetivo de identificar los sitios con mayor riqueza para estas plantas, lo que permitirá crear estrategias de conservación con base en los patrones de riqueza regionales.

Entre los datos que forman parte del artículo “La familia de las gramíneas (Poaceae) en Coahuila, México: diversidad y distribución”, está que en el Estado se tienen documentados, con respaldo de ejemplares de herbario, 319 especies distribuidas en ocho subfamilias, 19 tribus y 97 géneros.

Los géneros que tienen mayor número de especies son Muhlenbergia (32 especies), Bouteloua (21) y Eragrostis (18). Siete especies son endémicas del estado: Bouteloua eriostachya, B. johnstonii, Bromus densus, Calamagrostis coahuilensis, Festuca coahuilana, F. valdesii y Poa wendtii. Mientras que 58 especies, una variedad y una subespecie son consideradas gramíneas raras.

Además, debido a que en Coahuila las zonas áridas ocupan una mayor superficie, domina la subfamilia Chloridoideae, la cual posee 125 especies. Los miembros de la subfamilia Panicoideae se presentan en las zonas húmedas con 87 especies; mientras que las Pooideae son abundantes en las zonas montañosas del Sureste y Noroeste del Estado, donde se presentan 86 especies, dijo Valdés Reyna.

En la actualidad, el biólogo continúa trabajando en estudios biosistemáticos de las gramíneas para producir un catálogo de estas plantas en el noreste de México, también de las especies exóticas invasoras presentes en la región, con el objetivo de incluir información taxonómica, así como la distribución y autoecología de las especies.

“La investigación acerca de la distribución y riqueza de la flora de gramíneas es necesaria para otros estados, porque de esta manera se podrían determinar los sitios de conservación, principalmente en el noreste del País, y proponer estrategias de manejo y conservación de los recursos naturales de los pastizales de México, por ejemplo”, señaló el doctor en Biosistemátoca de Gramineas por la Texas A&M University.